Plan de mejoramiento del proyecto

 PLAN DE MEJORAMIENTO

"CÍRCULO DE MUJERES DE SAN JOAQUÍN"

Antecedentes

La mujer rural a diferencia de la mujer urbana, se encuentra transversalizada por varios factores, que generan que su desarrollo en sociedad en ocasiones sea más lento. Han sido varios los esfuerzos que se han llevado a cabo, en instituciones en función de desarrollar sus  potencialidades, pero todavía son latentes las barreras que estas mujeres enfrentan en su cotidianidad. Según Flores y Sigcha (2020) las mujeres rurales son agentes clave en el desarrollo económico, ambiental y social,  pero el acceso limitado a crédito, asistencia sanitaria y educación, son algunas de las barreras que enfrentan. De igual forma Ruiz y Catro (2011) mencionan que en el Ecuador  casi el 10 % de las mujeres rurales de 5 años y más no tenía ningún nivel de instrucción, el 42,32 % de ellas había alcanzado apenas la primaria y el 17,39 % la secundaria. La parroquia rural de San Joaquín se encuentra conformada por aproximadamente 3,933 mujeres según una aproximación del último PDOT(2023). A pesar de que la población es grande, en el presente PDOT no se evidencian proyectos dedicados al desarrollo de las mujeres rurales o de la mujer en situación de vulnerabilidad, más allá de que estas consigan un acceso a los servicios públicos más justo. De igual manera, no se mencionan programas a nivel de educación, más allá de los que se buscan implementar a toda la población.

Al igual que las barreras estructurales que afrontan las mujeres rurales, también existen las barreras que se presentan en sus propios hogares. Las mujeres además de las labores que realizan en el campo o sus trabajos, deben tomar responsabilidad del cuidado del hogar, los hijos y de sus convivientes. Flores y Sigcha (2020) mencionan que la carga del trabajo del hogar es alta, y que el trabajo de cuidado se distribuye de forma desigual en la familia, aún cuando las mujeres asumen tareas de producción en los mercados, y de representación en mingas, asambleas y más. Chica y Saca (2022) realizaron entrevistas al círculo de mujeres, en la que testimonios como: “uno tiene tantas cosas que hacer que a veces se deja a un lado, estar pendiente del trabajo, mi niño, ahorita por los estudios, tengo los estudios.”, “No es suficiente porque no tengo tiempo para mis hijos porque tengo que trabajar porque soy sola yo la que les mantengo a mis hijos y por la cantidad de trabajo que tengo no me da tiempo para nada más” y “ha sido duro porque prácticamente yo he salido hacer las cosas al apuro al apuro y vuelta regreso a ver más cosas que hacer” , lo cual respalda la información anterior. 

En adición a esta problemática, existe la latente presencia de violencia intrafamiliar.  Según el Mercurio (2023), los tipos de denuncia más frecuentes en fiscalía son  relacionados con delitos hacia la mujer y violencia intrafamiliar, correspondiendo a un total de 25% de las mismas. Según la Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres realizada por el INEC (2011), Azuay es una de las  provincias que mayor violencia registra con el 68,8%, cifra superior al porcentaje nacional de 60,6%; además de que en todos los tipos de violencia presenta niveles superiores entre 2 y 6 puntos porcentuales, siendo más altos en violencia física y psicológica.  Finalmente, de acuerdo con la etnia, las mujeres indígenas y afroecuatorianas concentran los porcentajes más altos de violencia 67,8 % y 66,75 % respectivamente (INEC, 2012, citado en Flores y Sigcha, 2020).

En respaldo, se encuentra las declaraciones del Técnico Socio-cultural del GAD de San Joaquín Boris Farez, el cual durante el levantamiento de información del proyecto “Fortalecimiento de redes sociales de apoyo para la prevención de la violencia y protección de derechos en los entornos familiares y comunitarios ”, comentó que varias mujeres han acudido a su institución en búsqueda de ayuda por problemas relacionados con violencia intrafamiliar, además de comentar que se encuentran normalizados discursos a favor de la violencia como “Aunque golpee o mate, marido es”.  Por esta razón, a través del GAD y en cooperación con la Universidad de Cuenca, se creó el Círculo de mujeres de San Joaquín. Este proyecto comenzó en el mes de marzo- abril en el 2020, en el contexto de la pandemia del COVID-19, siendo así, que las primeras formas de intervención fueron por medio de talleres que se impartieron de manera virtual sobre las siguientes temáticas : Autoestima, y  Violencia. Las reuniones virtuales se realizaban los días sábados, con un grupo aproximado de 30 participantes de edades entre 16 y 55 años, de género femino que hayan sufrido algún tipo de violencia. Esto se logró por medio de llamadas domiciliarias a través de una  Base de datos, con la que contaba el GAD. 


Actualmente se han seguido impartiendo diversos talleres tales como: panadería, belleza, ceramica, emprendimientos y gastronomía con una nueva visión enfocada en el fortalecimiento femenino, creándose el grupo llamado “Círculo de mujeres”, en los cuales las mujeres han tenido un mayor nivel de participación en distintos espacios que el Gad les ofrece, además de que muchas de ellas ya han podido dar inicio a sus emprendimientos, siendo así, que este proyecto va cumpliendos los objetivos planteados, siendo un espacio no solo de acogida para mujeres violentadas, sino un espacio que les da la oportunidad de poder crecer en muchos ámbitos de su vida.


Viabilidad

El grupo Circulo de Mujeres creado por el GAD de  San Joaquín, durante los primeros acercamientos se pudo visualizar que si es un proyecto viable, ya que, en función de las fortalezas y habilidades que tiene cada una de las participantes del grupo, se buscaba el empoderamiento femenino, el cual ya tres participantes, lo habían logrado por la forma de su discurso y comportamiento,  dándose cambios paulatinos en el grupo y en cada mujer, siendo beneficio para mejorar la calidad de su vida y la toma de decisiones referente a los estereotipos que estaban marcados en esta parroquia.  

Al abordar los problemas y necesidades que muchas mujeres viven cada día, convirtiéndose el grupo en un espacio de confianza y fortalecimiento de sus habilidades y conocimientos para saber cómo actuar frente a problemáticas como la violencia intrafamiliar, además, que durante los últimos 4 meses incrementaron las participantes  de 5 a 11, aumentando la probabilidad de un mayor alcance de  éxito respecto a los objetivos planteados, evidenciándose apoyo y aceptación por parte de las mujeres de San Joaquín. 

Además, si existe un financiamiento adecuado para abordar los recursos tanto del personal como psicólogos, técnico y otros,  así como de los  materiales que sean necesarios en cada taller, además de sostenibilidad en el aspecto económico y social, garantizando una ejecución eficiente en asociación con entidades públicas y privadas, para generar redes de apoyo social, con el fin, de fortalecer el Círculo de mujeres, por ende, se debe trabajar en un plan detallado y realista para la realización de cada actividad, por medio de un cronograma.

Sin embargo,  es importante resaltar que han existido conflictos dentro del grupo, por lo cual,  se busca generar espacios que promuevan la comunicación asertiva, pues varias participantes generan malos entendidos por la forma en la que se comunican, más no por el mensaje que están transmitiendo. Al profundizar más en el tema, las participantes mostraron mucho interés en mediar conflictos. 

En el caso de las debilidades y las oportunidades, es pertinente que estas propuestas que se hagan tomen base en el compromiso que las participantes muestran, es especial para generar lazos de unión. Con las amenazas y fortalezas, es fundamental el usar el positivismo para generar un nuevo panorama de las disconformidades que se hayan generado en el grupo. Finalmente, en el caso de las amenazas y debilidades, es primordial el velar por alternativas para las fechas y horarios de los talleres, que permitan más flexibilidad de asistencias a las mujeres, de esa manera se solventará de igual forma las disputas que se generan por la impuntualidad. 

Por ende, primero se debe  trabajar en soluciones de resolución de conflictos,  mejorando la cohesión grupal, y permitir posteriormente que otras mujeres se interesen en el grupo, con la finalidad de ampliar el Círculo de Mujeres, hasta incluso llegar a formar una asociación de mujeres emprendedoras y empoderadas. 


Justificación

La familia es la unidad básica de la sociedad, reconocida por su importancia en el desarrollo económico y social de las naciones. Sin embargo, a lo largo de la historia, ha prevalecido el machismo en la sociedad, dando lugar al patriarcado, donde las mujeres han quedado en situaciones de vulnerabilidad, experimentando abuso no solo por parte de sus parejas o esposos, sino también por figuras paternas. La cuestión de la violencia contra las mujeres y los miembros de la familia ha generado numerosos debates a nivel social y legal a nivel global (Ortega y Peraza, 2021).

Según el PDOT de San Joaquín, los datos del censo indican que el 61% de los trabajadores, ya sean hombres o mujeres, se encuentran en ocupaciones que son predominantemente masculinas o femeninas. Contrariamente a lo que podría anticiparse, la segregación ocupacional no ha disminuido a pesar del aumento en la participación laboral de las mujeres. La labor de realizar tareas domésticas sigue siendo predominantemente realizada por las mujeres en casi su totalidad ( Padilla,2023), lo cual indica que existe un menor espacio laboral para las mujeres, afectado negativamente su individualidad económica, influyendo en él porque muchas de ellas sufren violencia al existir también el de tipo económica, por no saber como obtener dinero por sus propios medios, lo cual afecta el no para poder sostener su hogar por ellas mismas, dependiendo de una figura masculina, por el mismo contexto en el que se encuentran. 

Con base en esto, en la actualidad, el Gad de la parroquia de San Joaquín ha trabajado en mejorar la calidad de vida de las mujeres mediante la creación de un programa llamado “Circulo de mujeres” con el fin de que crear espacios innovadores para el crecimiento tanto personal como económico, debido a que la mayoría de ellas sufre  violencia intrafamiliar, por lo cual, es necesario trabajar en la psicoeducación mediante talleres con temáticas tales como la autoestima, el empoderamiento femenino, e incluso cursos de contabilidad, y de esta forma desarrollen nuevas habilidades y saquen a flote sus fortalezas tanto individuales como grupales que les permitan salir de ese círculo de violencia, trabajando primero en su autoestima y autovaloración para luego dar paso a una autonomía económica mediante emprendimientos.


Por consiguiente, es importante que instituciones públicas como la Universidad de Cuenca y el Gad parroquial de San Joaquín, se inmiscuyan en estos proyectos, para desarrollar una mejora en la sociedad por medio de un trabajo continuo tomando en cuenta especialmente a la población vulnerable, en este caso mujeres, quienes necesitan de espacios de apoyo para poder progresar en diferentes ámbitos de su vida, por ende, es importante ir  comprendiendo, abordando y previniendo la violencia de género e intrafamiliar, para fortalecer a las mujeres y empoderarlas, contribuyendo a la disminución de esta problemática social latente en esta parroquia, por lo cual, inicialmente se pretende identificar las necesidades, capacidades y fortalezas de este grupo mediante este plan de diagnóstico psicosocial.

También hay que destacar, que por acción de la lucha de las mujeres, en los años ochenta en Ecuador se empieza a visibilizar la violencia como un problema de salud pública y se logra que tenga un tratamiento a nivel político (Vera, 2020). La Constitución de la República (2008) Art. 155 dispone que: 

Las víctimas de violencia doméstica y sexual, recibirán atención prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado y que el Estado prestará especial protección a las personas en condición de doble vulnerabilidad (p.19)

Además, en la Ley orgánica integral para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres (2018) menciona que la finalidad del Art. 2 es:

Prevenir y erradicar la violencia ejercida contra las mujeres, mediante la transformación de los patrones socioculturales y estereotipos que naturalizan, reproducen, perpetúan y sostienen la desigualdad entre hombres y mujeres, así como atender, proteger y reparar a las víctimas de violencia (p.8). 


Objetivos

Objetivo general

Fortalecer el grupo Circulo de mujeres en la parroquia San Joaquín como red de apoyo para la prevención de la violencia.

Objetivos específicos

Promover el reconocimiento de recursos y capacidades del grupo y de sus integrantes 

Elaboración de recursos y guías para el acompañamiento de los procesos de facilitación con mujeres 

Fomentar la creación de una asociación de mujeres líderes


Estrategias de fortalecimiento

Para fortalecer el proyecto "Círculo de Mujeres" de la parroquia San Joaquín, se recomienda ampliar la población objetivo. Esto significa que en lugar de trabajar exclusivamente con mujeres en situación de vulnerabilidad, se debe crear un espacio al que puedan acceder todas las mujeres interesadas en crear redes de apoyo y trabajar temas como el empoderamiento, la prevención de la violencia y el desarrollo de potencialidades. De esta manera, contribuimos al desarrollo de factores protectores, que dotan a las mujeres de las herramientas necesarias para tener menos posibilidades de vivir situaciones en las que se vulneren sus derechos.

Además, se deben buscar nuevas metodologías participativas que fortalezcan la interacción e integración entre las participantes. Esto ayudará a construir lazos fuertes donde todos los participantes se sientan seguros y puedan expresarse libremente.

También es necesario promover el desarrollo de actividades donde las mujeres puedan reconocer sus propios valores, habilidades, destrezas y recursos. Además, el apoyo no sólo debe darse a través de incentivos como la entrega de víveres, sino también ayudándoles a establecer alianzas estratégicas con otras instituciones y organizaciones que les permitan acceder a recursos como microcréditos, espacios de trabajo y herramientas que les permitan sacar adelante sus propios emprendimientos.

Por último, debe fomentarse la creación de redes de apoyo entre las propias participantes. Esto les permitirá apoyarse mutuamente y compartir sus experiencias y aprendizajes.

Cronograma de actividades

Las actividades propuestas para la ejecución del plan de intervención se presentan en el siguiente cronograma:




BIBLIOGRAFÍA

Chica, S., & Saca, J. (2022). Sobrecarga de actividades y autocuidado en madres solteras pertenecientes al programa Círculo de mujeres de la parroquia San Joaquín, Cuenca 2022. Ucuenca.edu.ec. 


Flores, J., y Sigcha, C. (2020). Las mujeres rurales en Ecuador. Mujer Rural Y Derecho a La Tierra. https://d3o3cb4w253x5q.cloudfront.net/media/documents/mujeres_rurales_en_ecuador_0.pdf


INEC. (2011, November). Ecuador - Encuesta Nacional de Relaciones Familiares y Violencia de Género contra las Mujeres Noviembre 2011. Inec.gob.ec. https://anda.inec.gob.ec/anda/index.php/catalog/94/related_materials


 Padilla, D. (2023). PARROQUIA SAN JOAQUÍN CANTÓN CUENCA, PROVINCIA DEL AZUAY. http://gadsanjoaquin.gob.ec/wp-content/uploads/2021/06/PDOT-SAN-JOAQUIN.pdf


Ortega, M., y Pereza, C. (2021). Violencia intrafamiliar: la reparación integral como un derecho en el Ecuador. Dialnet, (28), https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=8198364 


Vera, V. (2020). Enfoque de género, violencia de género y políticas públicas: un acercamiento desde las Ciencias Sociales al marco jurídico Ecuatoriano. Revista de Ciencias Humanísticas y Sociales (ReHuSo), 5(1), 21-36. https://doi.org/10.5281/zenodo.6795951 






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